Septiembre, ¡allá vamos!

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Hay una expresión que desea «malos principios» a aquellos que emprenden una nueva aventura. La expresión parece desalentadora, pero, en realidad, es positiva porque implica que todo lo malo venga al inicio. La segunda parte (que a veces se dice, a veces no) connota «buenos finales». Puede que en junio no hayas tenido suerte, pero para eso está septiembre. Desde Over the Rainbow te damos algunos consejos prácticos para que superes tus exámenes con éxito. 

PIENSA EN TU OBJETIVO
Ya sea disfrutar de las vacaciones que vienen después de la prueba, la satisfacción por haber sacado una buena nota, las posibilidades laborales que te ofrece obtener ese título tan codiciado... siempre has de tener en mente tu objetivo. Este será tu mejor aliado para motivarte a la hora de estudiar y a la hora de plantarle cara al examen.


GESTIONA TU TIEMPO
Pasarse horas en la biblioteca o estar sentado toda una tarde con el libro abierto no significa que estés estudiando. Más valen dos horas completamente concentrado que cinco sentado, pero pensando en la lista de la compra, en el fin de semana, en que la casa está hecha un desastre... y si lo está: ¡No te pongas a limpiar! En cualquier caso, no engullas: en general, dejar todo para el último momento provoca estrés y no siempre funciona. Y recuerda que tan importante es el tiempo de estudio como el de descanso, así que tómate un respiro cada 50 minutos. 

BUSCA TU SITIO
¿Dónde estudias mejor? Quizás sea en casa, que es familiar y acogedora, quizás en una biblioteca porque te gusta el silencio y te motiva ver al resto de la gente estudiando a tu alrededor, quizás en una cafetería con el tintineo de los pocillos y la máquina de café vaporizando, quizás en el parque porque su naturaleza te inspira y te relaja... sea donde sea, busca tu sitio y cuando lo encuentres vuelve a él. Y prueba a cambiar: en muchos casos, variar el lugar ayuda a estar más concentrado y a retener mejor.



CONÓCETE
Analiza cómo eres como estudiante. Si tienes memoria fotográfica, te irá bien hacer esquemas, subrayar con colores, hacer dibujos, etc. Quizás eres de los que retiene lo que escucha. Si es así prueba a explicar la lección en alto, a grabarte o a ver algún documental sobre el tema. A veces la música de fondo ayuda, aunque no todos los estilos valen... Además, medita cuándo estás más receptivo y atento. Puede que seas una persona diurna y, por lo tanto, aproveches más las mañanas; pero si eres una persona vespertina, tu cuerpo y tu mente digerirán mejor el temario a partir de las 5 de la tarde o, incluso, por la noche. También piensa si prefieres estudiar en grupo o sólo. Las posibilidades son infinitas, simplemente tienes que adecuarlas a lo que funciona para ti. E improvisa: no todo está escrito en cuanto a los métodos de estudio y aprendizaje. Quizás descubras alguna técnica nueva y revolucionaria.

Para triunfar, el mero planteamiento es insuficiente. También se debe improvisar. Isaac Asimov

PRACTICA EXÁMENES DE AÑOS ANTERIORES
Comprobarás cómo es el examen que vas a hacer, de cuántas preguntas consta, cuántos minutos has de dedicar a cada una, etc. Además, si practicas pruebas antiguas, cuando te enfrentes a la tuya, si sigue el modelo de las anteriores, no te llevarás ninguna sorpresa e, incluso, te tocará alguna cuestión que ya hayas realizado en casa.


HABLA EN ALTO: NO ESTÁS LOCO
Una vez hayas leído el temario, comprueba que lo sabes. Puedes escribirlo, hacer un esquema, repasarlo mientras vas por la calle o contárselo a alguien. Y si no hay nadie que te quiera escuchar, ponte en medio de la habitación y explica lo que has estudiado como si tuvieras público. Al exponer tus ideas en voz alta, las sentirás como propias , verás qué no sabes y podrás reforzar esas partes.

FUERA DISTRACCIONES
Por una parte, aleja tu teléfono (en serio, déjalo en otra habitación) o apaga los datos y ni se te ocurra abrir el Facebook, Instagram o similares. No necesitas estar conectado para estudiar. Y si no eres capaz, prueba con esta APP para bloquear redes sociales, porque, definitivamente, no eres tú, son ellas, que te persiguen. Por otra, sé ordenado: un espacio de trabajo cómodo y limpio te ayudará a quedarte mientras que una mesa con cosas por doquier te hará rehuir... 



VIVE, EXPERIMENTA, LLÉVALO A LA PRÁCTICA
Aquello que está en los libros no es información sin más para que engullas y aprendas para soltar como un loro en el examen. En general, se puede palpar, se puede vivir. Trata de experimentar lo que acabas de estudiar para conocerlo mejor y en tu propia piel. Así, será más fácil que lo aprendas. Si estudias literatura, lee algún pasaje de esa obra que dicen que es maestra; si lo tuyo es la física, vete a un laboratorio y coge un tubo de ensayo; si te examinas de historia, visita un museo o el lugar de los hechos; si se trata de una lengua, practícala... De una manera u otra, siempre tendrás la posibilidad de ver lo que estudias desde otra perspectiva más real. 

Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí. Confucio
 
CUÍDATE
Come bien, bebe agua (oxigena el cerebro) y duerme al menos 7 horas. Sí, lo sé, siempre dan estos consejos, pero ¿acaso no es verdad que haces mejor las cosas cuando estás sano y descansado? Y recuerda que hay que estudiar, pero también es bueno salir, despejarse, socializar y hacer ejercicio. 



CRÉETELO
El día del examen, camina alto y erguido. Te lo sabes. Levántate pronto, desayuna como un campeón, repasa si te da tiempo (aunque hay personas que prefieren no hacerlo), camina hasta el lugar de la prueba y da todo de ti. Y si hay alguna pregunta que se te atraganta, respira hondo y salta a la siguiente. Seguro que te viene la inspiración más tarde. La suerte existe, pero también se busca. Y tú, la has buscado durante el verano. 



Desde Over The Rainbow te deseamos muchísimos éxitos, «malos principios» y que estés atento a nuestra próxima entrada donde te daremos consejos para tener buenos resultados en cualquier prueba de lenguas extranjeras.

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